9 marzo 2020
Hard skills y soft skills: lo que los diferencia y lo que deben agregar al profesional
Sí, ambos conceptos designan habilidades que deberían formar parte de nosotros como personas y profesionales. Estos son evaluados constantemente en la busca de trabajo y ambos deben estar presentes. Por eso es esencial combinar el saber hacer con el saber ser, para poder ser más completos.
En nuestra vida profesional somos constantemente evaluados a través de nuestras habilidades técnicas. En otras palabras, las que se aprenden a través de estudios y entrenamiento (hard skills). En resumen, aquellos en los que los profesionales están especializados y que aparecen en el currículum profesional. Por ejemplo: Contabilidad, finanzas, economía, programación y hablar un idioma con fluidez. Estos son claramente muy valorados, ya que sin ellos sería imposible para cualquiera solicitar cualquier posición o profesión. Son aún más fáciles de cuantificar, lo que hace más eficiente y simple la evaluación de un candidato. Sin embargo, en el futuro, pueden no ser suficientes para obtener resultados y lograr la progresión de la carrera.
En los últimos años, la globalización y las innovaciones tecnológicas han permitido la afirmación de las habilidades sociales, que han llegado para quedarse, ya que el componente humano marca cada vez más la diferencia en el éxito de un negocio. Hoy en día, debido al aumento de la escolarización, la educación superior y la innovación, casi todos los profesionales tienen las mismas habilidades técnicas (hard skills), por lo que lo que los diferenciará de los demás son sus habilidades de comportamiento (soft skills). El objetivo principal es reclutar a una persona que se destaque, que sea inusual. Ya no basta con tener un curso, o estar especializado en algo, es esencial tener algo más que añadir. Ejemplos de soft skills son la perseverancia, la dedicación, el interés, la paciencia y la propensión a trabajar en equipo.
A menudo, cuando las personas no pueden avanzar en sus carreras es cuando notan una falta de "saber ser" por parte del profesional. Por lo tanto, para ser diferentes en nuestro campo tenemos que saber cómo tratar con los demás y el medio ambiente que nos rodea.
Es importante adaptarse a las nuevas exigencias del mundo del trabajo. La automatización y la IA son tendencias que están dando forma al mercado laboral, y como éstas revolucionan las industrias y las profesiones, es vital contar con fuertes habilidades sociales, ya que son lo único que las máquinas no pueden reempla Incluso podemos hacer una analogía con la escuela: "saber hacer" y "saber ser" se consideran ambos, sin embargo las habilidades cognitivas "pesan" más que las sociales. Por lo tanto, es necesario adaptarse a ambos para diferenciarse. Así, a menudo observamos que aunque alguien está dotado de grandes capacidades cognitivas, no puede alcanzar el éxito deseado y se esperaba que lo hiciera. Y es a partir de este análisis que a menudo distinguimos a los que sólo son buenos profesionales de los que son excelentes.
En nuestra vida profesional somos constantemente evaluados a través de nuestras habilidades técnicas. En otras palabras, las que se aprenden a través de estudios y entrenamiento (hard skills). En resumen, aquellos en los que los profesionales están especializados y que aparecen en el currículum profesional. Por ejemplo: Contabilidad, finanzas, economía, programación y hablar un idioma con fluidez. Estos son claramente muy valorados, ya que sin ellos sería imposible para cualquiera solicitar cualquier posición o profesión. Son aún más fáciles de cuantificar, lo que hace más eficiente y simple la evaluación de un candidato. Sin embargo, en el futuro, pueden no ser suficientes para obtener resultados y lograr la progresión de la carrera.
En los últimos años, la globalización y las innovaciones tecnológicas han permitido la afirmación de las habilidades sociales, que han llegado para quedarse, ya que el componente humano marca cada vez más la diferencia en el éxito de un negocio. Hoy en día, debido al aumento de la escolarización, la educación superior y la innovación, casi todos los profesionales tienen las mismas habilidades técnicas (hard skills), por lo que lo que los diferenciará de los demás son sus habilidades de comportamiento (soft skills). El objetivo principal es reclutar a una persona que se destaque, que sea inusual. Ya no basta con tener un curso, o estar especializado en algo, es esencial tener algo más que añadir. Ejemplos de soft skills son la perseverancia, la dedicación, el interés, la paciencia y la propensión a trabajar en equipo.
A menudo, cuando las personas no pueden avanzar en sus carreras es cuando notan una falta de "saber ser" por parte del profesional. Por lo tanto, para ser diferentes en nuestro campo tenemos que saber cómo tratar con los demás y el medio ambiente que nos rodea.
Es importante adaptarse a las nuevas exigencias del mundo del trabajo. La automatización y la IA son tendencias que están dando forma al mercado laboral, y como éstas revolucionan las industrias y las profesiones, es vital contar con fuertes habilidades sociales, ya que son lo único que las máquinas no pueden reempla Incluso podemos hacer una analogía con la escuela: "saber hacer" y "saber ser" se consideran ambos, sin embargo las habilidades cognitivas "pesan" más que las sociales. Por lo tanto, es necesario adaptarse a ambos para diferenciarse. Así, a menudo observamos que aunque alguien está dotado de grandes capacidades cognitivas, no puede alcanzar el éxito deseado y se esperaba que lo hiciera. Y es a partir de este análisis que a menudo distinguimos a los que sólo son buenos profesionales de los que son excelentes.